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Modernismo y arquitectura moderna, diferencias y similitudes

AMIC

16 de junio del 2025

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Modernismo y arquitectura moderna, diferencias y similitudes

El modernismo y la arquitectura moderna únicamente comparten tres cosas: la etimología, la temporalidad y la belleza en sus edificios. Por sorprendente que nos parezca —y por confuso que resulte—, en realidad estos dos estilos se encuentran en polos opuestos dentro del gran universo del diseño arquitectónico.

Cierto es que dentro de las diferencias se logran construir puentes y, entre el modernismo y la arquitectura moderna, existe uno que fue cimentado sobre el pilar eje de la arquitectura del siglo XX: la innovación, ya sea estilística como de materiales. Nos encontramos ante el peculiar caso de “se parecen lo mismo, pero no son iguales”. 

¿Qué diferencias hay entre el modernismo y la arquitectura moderna?

Aunque ambos estilos surgieron entre los siglos XIX y XX, la médula que distinguió al modernismo de la arquitectura moderna fue que el primero buscaba apelar a un sentido estético de lo natural, con expresiones libres y una tendencia a lo decorativo, mientras que el segundo se apegaba a una estructura más purista y ordenada del diseño, bajo el eje de lo simple y funcional. Pero ¿de dónde nació tal polaridad si fueron movimientos casi simultáneos? Bueno, la respuesta es muy sencilla: de la industrialización y la urbanización. Un simple cambio en la producción de materiales desembocó en dos vertientes: el modernismo se opuso por completo a la homogeneización del diseño bajo estándares de la industria, por lo que emuló a la naturaleza dentro de sus edificios; la arquitectura moderna, por su parte, abrazó tal cambio y potenció los nuevos materiales y sus ventajas en sus construcciones.

Recordemos que en la arquitectura cada movimiento suele ser una respuesta estilística y de valores de diseño que se antepone a su tendencia antecesora. Lo vimos con el estilo gótico, cuyos diseños agudos y alturas trascendentales fueron sustituidos por la arquitectura renacentista y una notoria inclinación por las formas clásicas. La particularidad, sin embargo, del modernismo y la arquitectura moderna fue que surgieron muy cercanas la una de la otra y que se formaron casi a la par en diferentes partes del mundo con sus respectivos contextos. Por ejemplo, la arquitectura moderna tuvo gran auge en Inglaterra y Estados Unidos tras las reconstrucciones de la Segunda Guerra Mundial, mientras que el modernismo se asentó principalmente en España y Francia, en zonas burguesas. El arquitecto Antonio Gaudí, por ejemplo, fue un gran representante del modernismo dentro de la arquitectura del siglo XX.

Características del modernismo en la arquitectura

La principal característica del modernismo fue la inserción de lo natural en la arquitectura, sobre todo en fachadas y herrerías. Flores, plantas, libélulas y hasta dragones conformaban el escenario decorativo de este movimiento. Por supuesto, la visión de la naturaleza conllevó a utilizar líneas curvas y tendencias sinuosas, ondulantes, en cada detalle posible. A veces, los diseños nacían de estas formas, con arcos, hipérbolas y parábolas; en otras ocasiones, se recurría al fachadismo, es decir, ocultar las estructuras dentro de capas decorativas y ornamentales. Los interiores eran destacables por lo orgánico de sus atmósferas y sus planos caprichosos.

Otra característica fundamental del modernismo fue el uso de recursos externos a la construcción para decorar la arquitectura. Esculturas, pinturas o mobiliario, todo podía ser añadido siempre y cuando cumpliera con tramas naturales y fantásticas. Naturalmente, estas incorporaciones iban de la mano del movimiento Arts & Crafts, promovido por William Morris, que defendía la producción artesanal y lo hecho a mano sobre la industria. Si nos resulta difícil separar el modernismo de la arquitectura moderna, lo más sencillo es buscar los estilos que nacieron de este: el Art Nouveau y el Art Decó, por ejemplo. Con estas corrientes en mente, es más fácil evocar las características que moldearon a los edificios del modernismo.

¿Cómo se distingue la arquitectura moderna?

De lo natural, a lo estructural; de lo curvo, a lo recto; de lo decorativo, a lo racional. Se dice que la arquitectura moderna, también conocida como estilo internacional o funcionalismo, fue hija de la postguerra, pues surgió como el método más rápido, fácil y efectivo en la reconstrucción de ciudades devastadas por los conflictos bélicos. Fue por eso que glorificó la producción en masa que la industria promovía y eliminó de sus diseños toda decoración innecesaria, aspecto fundamental en el modernismo, como vimos con anterioridad.

De estas posturas de reconstrucción, posteriormente nacieron pensamientos que, en su conjunto, formaron la corriente de la arquitectura moderna como la conocemos hoy en día. Frases como “la forma sigue a la función” o “menos es más” están inevitablemente relacionadas con este movimiento, pues tuvo tal relevancia y fue tan importante que marcó un antes y un después en la forma de proyectar la arquitectura. La ligereza, la versatilidad y la transparencia fueron parte de la nueva mentalidad de los arquitectos, quienes ya no estaban limitados por métodos estructurales arcaicos. ¿Cómo identificar estos edificios? Por sus construcciones ortogonales, las fachadas sin elementos estructurales, columnas con grandes claros entre ellas y mucha racionalidad en los espacios; estos detalles delatan a la arquitectura moderna y la distinguen del modernismo.

¿Cuáles son los 5 principios de la arquitectura moderna?

La arquitectura moderna fue tan grande que, a diferencia del modernismo, incluso fue reglada por un gran arquitecto: Le Corbusier. Este personaje emblemático del mundo arquitectónico desarrolló las bases del diseño moderno y estableció los principios que se instalarían desde Europa hasta América.

Pilotis

El uso de columnas que alzaran los edificios era primordial para darle ligereza a los edificios.

Fachada libre

Con tal libertad estructural, las fachadas ya no necesitaban estar envueltas en trabes o columnatas que arruinaran sus proporciones.

Planta libre

La arquitectura moderna se caracterizó por darle flexibilidad a las áreas habitables; la planta libre proporcionaba el escenario para tal innovación espacial.

Ventanas alargadas

Sin estructura que estropeara los ritmos en el diseño de fachadas, las ventanas se extendían de esquina a esquina sin ninguna limitante.

Terraza jardín

¿Qué pasa cuando se tienen posibilidades infinitas de estructuras? Bueno, la vegetación, que antes estaba limitada a las zonas bajas o a las decoraciones, como en el modernismo, tomaron alturas y quedaron sobre los techos de los edificios.


Fuente: https://www.admagazine.com/articulos/modernismo-arquitectura-moderna-diferencias-similitudes

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